La aplicación del euríbor plus, que sustituirá al euríbor a 12 meses como índice de referencia de los préstamos hipotecarios, se ha vuelto a aplazar otros seis meses, ahora hasta 2017. El retraso en su implantación, que ya suma dos años, se debe a que se está perfeccionando su metodología para evitar una transición «traumática».
Conseguir un euríbor más fiable basado en datos reales y no en estimaciones para impedir su manipulación es el objetivo que se pretende lograr con el euríbor plus, que afectará a la mayoría de los préstamos hipotecarios variables vigentes y a las nuevas hipotecas. Pero el nuevo índice se hace esperar, en concreto, dos años. La primera fecha para su aplicación presentada por el Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI), encargado de gestionar este nuevo modelo, fue el primer semestre de 2015, pero su entrada en vigor se ha ido demorando. El último plazo era el próximo mes de julio, pero, de nuevo, se ha aplazado, esta vez hasta el primer semestre de 2017. Los expertos achacan estos retrasos a que se está ultimando la metodología para que la transición del actual euríbor al plus no sea traumática para los hipotecados. «Se están cerrando flecos sobre la metodología a usar debido a que puede haber pocas muestras de transacciones reales en ciertos casos. Otro motivo es que se quiere garantizar una transición suave hacia el nuevo euríbor», señala Estefanía González, personal finance content manager de Kelisto. Motivos similares apunta Pau Monserrat, economista y director editorial de iAhorro, para quien este retraso está propiciado porque la complejidad de obtener los datos está siendo más elevada de lo que se esperaba y «se intenta pulir más la fórmula de cálculo para poder tomar valores de tipos de interés reales, porque en los documentos que maneja el EMMI se decía que se podían tomar tipos de interés no solo de bancos sino de otros operadores del mercado mayorista. La complicación está en establecer de quién se toman los tipos de interés y que todos los bancos estén de acuerdo en las formulas de cálculo. Ahí puede radicar el problema». Otra causa del retraso, a su juicio, puede ser que los artífices del euríbor plus se están dando cuenta de que los valores que da son superiores al actual índice y «no quieren sacarlo en un momento en que podría crear alarma social si pasáramos de un tipo negativo a un tipo positivo de golpe». Y más teniendo en cuenta que en la actualidad el 90 por ciento de las hipotecas están referenciadas a euríbor. Por su parte Julián García, especialista en Hipotecas de HelpMyCash, señala que el retraso puede deberse a que sus creadores «no quieren arriesgarse a implantar un modelo que pueda ser manipulado fácilmente o que pueda contener errores. Desean tenerlo más controlado y no quieren que sea algo que salga para fracasar». Añade que también pueden estar esperando a que el mercado se estabilice un poco, ya que «estamos con tipos de interés muy bajos y lanzarlo ahora sería contraproducente». No obstante, reconoce que desde el pasado mes de febrero, en que el euríbor entró en negativo, «aumentaron las prisas para que saliera el nuevo euríbor y que fuera un estabilizador de los tipos de interés». Si tenemos en cuenta estas explicaciones, el retraso beneficia a los consumidores, ya que desde el EMMI se pretende garantizar que la entrada en vigor de este nuevo índice sea más fiable, más transparente y evite manipulaciones como las que se produjeron entre 2005 y 2009 por parte de seis bancos internacionales. En aquella ocasión, la Comisión Europea multó con 1.710 millones de euros a Deutsche Bank, Société Générale, Royal Bank of Scotland, JP Morgan, Citigroup y al bróker RP Martin por manipular los índices euríbor, líbor y tíbor. «El hecho de que el cálculo del euríbor plus se vaya a hacer con datos reales en lugar de estimaciones, debería eliminar toda posibilidad de manipulación», afirma Estefanía González. También Pau Monserrat cree que con el nuevo índice la manipulación se «dificultará». PERIODO DE PRUEBA Si por fin se cumplen los plazos establecidos por el EMMI y el índice renovado empieza a aplicarse en 2017, en los seis primeros meses estaría en periodo de prueba, por lo que, según los expertos, no se prevé que durante 2017 se aplique en todas las hipotecas referenciadas al euríbor actual. Además, durante ese periodo de prueba se quiere controlar la evolución del euríbor para estimar si es perjudicial o beneficioso para los hipotecados. El nuevo sistema no supondrá legalmente un cambio de referencia, por lo que se aplicará en las hipotecas firmadas a partir de julio de 2017 y a los hipotecados referenciados a euríbor antes de 2017 sin modificación del contrato. «Esto quiere decir que el hipotecado no va a tener que hacer una novación de su hipoteca para cambiar de índice y no tendrá que afrontar ningún coste», asegura Julián García. Añade que si el euríbor plus entra en vigor, algunos bancos ven factible un cambio de este por el índice sustituto reflejado en el contrato hipotecario, normalmente IRPH. «Lo que supondría un gran agravio para los hipotecados que tendrían que pagar un mayor interés». CAMBIO A 'POSITIVO' Un posible efecto que tendrá el euríbor plus para los hipotecados es que deje de estar en negativo como ahora. «Esto está claro porque si aparece un nuevo índice no creo que vaya a entrar con valores en negativos, aunque es difícil saber cuál será su cotización», dice Julián García. Pau Monserrat también cree que «el nuevo índice dejará de estar en negativo. Ahora el euríbor está en el -0,013 por ciento y esto significa que un banco le paga a otro banco por prestarle dinero. Esto, con el euríbor plus, probablemente no lo veremos, porque tomará valores reales del tipo de interés al que un banco deja dinero a otro banco a un año. Es bastante improbable que se dejen dinero pagando. Esto será un primer susto para los hipotecados. Pero cuando suban los tipos la cosa puede cambiar y beneficiar al hipotecado». Estefanía González advierte a los hipotecados que deben tener en cuenta lo que establece el contrato que firmaron con su entidad. «Desde Kelisto sabemos que los contratos que se están firmando en los últimos meses ya determinan que, en caso de que el actual euríbor se sustituya por otro, el usuario tendrá que aceptar ese cambio. Eso sí, habrá que ver qué pasa con los contratos más antiguos, donde esto no figure. Los bancos dicen que será necesario legislar al respecto para que el cambio de un índice a otro se haga efectivo sin generar problemas con el cliente». A seis meses de su 'hipotética' aplicación, aún no existen datos suficientes para predecir si el euríbor plus supondrá un beneficio para los hipotecados o no. En opinión de Estefanía González, «la teoría dice que el nuevo euríbor debería ser mejor», pero «habrá que esperar a que se concreten los aspectos sobre su cálculo». Información de www.finanzas.com
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