Un seguro de hogar es la forma más segura que tiene una persona de proteger el bien más valioso que tienen la mayoría de las personas, es decir su hogar, de cualquier posible eventualidad que pueda ocurrirle. Cualquier día y como consecuencia de un accidente o debido a otras causas que puedan estar fuera de nuestro control, podríamos perder nuestra vivienda y todo lo que se encuentra en su interior. En este caso y si tenemos un seguro de vivienda, la pérdida sería mucho más llevadera. Siempre que el accidente sea uno que cubre el seguro que hemos contratado, la Compañía nos deberá reponer aquellos bienes que están asegurados y correr con los gastos que tenemos mientras la vivienda se repara, durante el tiempo que esté estipulado en la póliza. Pero no hemos de llevar la situación al límite, de que desaparece nuestra vivienda, ya que ante los pequeños (o no tan pequeños...) problemas que nos pueden ir surgiendo durante los años, si la vivienda está correctamente asegurada, también serán mucho más llevaderos.
En general, el seguro para el hogar cubre los siguientes daños: Reparación del inmueble por daños provocados por agua, tormentas o incendios. La póliza también puede responder por actos vandálicos, daños eléctricos, roturas de cristales y espejos, sustitución de cerraduras y aberturas en caso de robo. Además de estos daños, un seguro para el hogar podría cubrir también la reparación de electrodomésticos, asistencia familiar en caso de desastre y servicios de reparación urgentes.
En líneas generales, el contrato o póliza recoge el compromiso de la empresa aseguradora a resarcir al asegurado de cualquier daño (que esté incluido en la póliza) de los bienes asegurados mediante una indemnización. Por su parte, el asegurado deberá abonar a la compañía la prima (coste del seguro) en el tiempo y forma previamente acordados. Los comprobantes de pago, más el contrato firmado por ambas partes, serán los documentos válidos que la compañía aseguradora podría solicitar en el momento de reclamar.
Detalles importantes que hay que conocer:
- Qué es el continente ? El continente hace referencia a la estructura del edificio o a todos los elementos que forman parte de la vivienda antes de ser amueblada. Continente son las paredes, suelos, las ventanas y aberturas, cristales, techos, sistema de cañerías, espejos y elementos amurados a las paredes. Si ocurriera un siniestro y la compañía debe establecer una indemnización, se debe de tener en cuenta que el valor del continente estará estipulado según el valor de reconstrucción de la vivienda y no por su valor de mercado. Cuando asegures el continente, deberías asegurar toda la estructura de la vivienda, pero no el terreno. Ten en cuenta de que si incluyes el terreno en el valor declarado del inmueble, aumentará la prima que deberás pagar por tu seguro. Pero por otro lado, el hecho de haber asegurado el terreno, no te causará ningún beneficio adicional, ya que por lo general, nada podría sucederle al terreno. El continente se puede asegurar de dos maneras: A valor total, que es cuando se asegura toda la estructura de la vivienda, o a primer riesgo, que es cuando se asegura un valor determinado, que puede ser distinto del valor total del hogar. En el caso en que contrates un seguro para el hogar a primer riesgo por 10.000 Euros, la compañía pagará esa cantidad en caso de siniestro. Como ventaja de este tipo de seguro, las primas son más baratas y como desventaja, en caso de siniestro, como por ejemplo en caso de destrucción total de la vivienda (del continente), tendrás que poner de tu bolsillo una mayor cantidad de dinero. En todo caso si tu vivienda forma parte de una comunidad en propiedad horizontal, deberías tener la póliza de seguro de la correspondiente comunidad, donde podrás ver que capitales tiene asegurado el edificio. Por regla general, muchas personas tienen duplicado el capital asegurado de su vivienda.
- Qué es el contenido ? El contenido del hogar hace referencia a todos los bienes que se encuentran en el interior del hogar. Incluye muebles, artefactos eléctricos, objetos varios, efectos personales, ropas, joyas, dinero, colecciones, etc. En general, si posees elementos de valor como joyas, dinero o colecciones importantes, deberás consultar con la aseguradora si tu póliza cubre el contenido, es decir, tus pertenencias. En el caso de que no tenga una cobertura directa, seguramente te sugerirán abrir una póliza anexa que si lo cubra y con la que puedas sentirte completamente tranquila/o de que todos los bienes que se encuentran en tu vivienda estarán cubiertos por tu seguro de hogar. También es aconsejable, notificar a la compañía aseguradora de cualquier cambio o adquisición de bienes, más si son de importe elevado.
- Infraseguro Cuando la vivienda está asegurada por un valor inferior al valor real de la vivienda, estamos hablando de infraseguro. Este caso puede darse tanto en el continente como en el contenido. Qué pasará si nos ocurre una desgracia y nuestra vivienda desaparece?, pues que la compañía indemnizará hasta el límite del valor asegurado, o sea, menor al valor real de la vivienda. También es cierto que la prima anual por el seguro que se estaría pagando, es inferior a la prima real que se debería pagar si no existiera infraseguro. Pero ojo!, porque cuando hablamos de infraseguro en el contenido también podemos tener problemas.. Como ejemplo, imaginemos que tienes asegurado 20.000 euros en contenido, y el valor real de lo que posees en tu vivienda asciende a 40.000 euros. Si por desgracia tenemos un siniestro que afecta a la televisión que tiene un valor de 2.000 euros, y se estropea definitivamente, la compañía nos indemnizará por el 50% de su valor, ya que tenemos asegurado el 50% de lo que poseemos. - Sobreseguro Es el caso contrario al anterior. En este caso lo único que ocurre es que estás pagando más de lo que realmente deberías pagar, y no por ello vas a conseguir una indemnización mayor en caso de siniestro. Hay que tener en cuenta que en caso de siniestro, la compañía verifica el coste de reconstruir la vivienda, y eso será lo que indemnizará como máximo.